DAVID RIVERA, LOS MOMENTOS QUE SE HICIERON CANCIÓN

A veces lo único que necesitas es una señal que te indique el camino, que te diga por dónde se debe continuar, una señal que te lleve a lanzarte o a tirar la toalla de forma indefinida. Supongo que se necesita porque ser feliz es complicado aunque algunos digan lo contrario, porque en ocasiones cuesta ver la luz y porque cuando encuentras respuestas alguien cambia todas las preguntas.

Cuando no encuentro palabras para describir cómo me siento recurro a la música, en ocasiones descubres artistas que son especialistas en el arte de poner acordes y letra a lo que sientes.

Uno de esos artistas es David Rivera, cantautor madrileño de canciones sencillas pero profundas, pegadizas y que parecen narrar historias, que canta por cantar como él mismo explica, y que puede llegar a erizarte la piel con temas como “te busqué” dedicada a su padre, o “va por ti”, homenaje póstumo para un familiar que se fue. David es una persona de cercanía extrema y gran simpatía, que se suele acompañar de percusión en sus conciertos dotándolos de una peculiar fuerza rítmica que te invita a sentir sin dejar de bailar las canciones.

Tiene dos discos editados, “Abril” y “Mejor” de los cuales puedes escuchar un pequeño popurrí de canciones en su página web y por supuesto hacerte con ellos. Ambos discos merecen un análisis detallado y en profundidad que dejo pendiente para próximas entradas.

¿Recuerdas que te hablé de esas señales que necesitamos a gritos? A veces la respuesta no es la que esperamos: “Tendré” resume ese momento en que toca empezar a olvidar y en que se hace necesario reconstruirse, aunque pienses que hubiera sido mejor caminar de la mano, respirar su olor, formar parte de su vida.

En definitiva: mejor...

Una de sus canciones inspiró un relato mío. Si quieres leerlo pulsa aquí